martes, 17 de noviembre de 2015

¿Por qué me gusta tanto esta foto?

El autor con Harlene Anderson. Presentación del libro en Tenerife. 24 de octubre 2015


Conocí a Harlene Anderson en el 2004. Bueno, conocí su libro, “Conversation, Language, and Possibilities. A Postmodern Aproach to Therapy” (1997. New York: Basic Books). A ella en persona no la conocí hasta el 2012, en Mérida (Yucatán, México), Congreso Taos-Kanankil.

Eso, en junio de 2004, asistí a un workshop con Ken y Mary Gergen en Filadelfia y al terminar el mismo les pedí más referencias, más cositas. Y Mary me recomendó, entro otras, esta lectura.

Quedé absolutamente impresionado, aunque lo mío no era entonces la terapia (el libro no es sólo de terapia). Pero la lectura de esos papeles me abrió a un mundo de posibilidades entonces insospechadas. A pesar de que ya llevaba un tiempecillo con eso del Construccionismo Social…

Una de las cosas que más me ha impresionado de Harlene cuando ya la he conocido un poquito más es que hace lo que dice. Cosa bastante rara en los tiempos que corren.

El otro día, en Tenerife, durante la presentación de mi libro, me sentí casi casi abrumado (felizmente abrumado) con sus públicas reflexiones sobre los riesgos de escribir y de publicar lo escrito. Con su diálogo público sobre este libro que, a pesar de no estar todavía traducido al inglés, parecía que hubiera leído de la a a la zeta.

En el libro ya explico que Anderson es una persona bastante peculiar. Y hay una peculiaridad en ella que no suele ser fácil de encontrar: su humildad. Y otra: siempre está pensando en cómo ayudarte. Nunca da consejos. Pero sí que comparte ideas. No se las guarda para ella; no hace secretos; tampoco impone ni se hace la lista.

Ese día fue uno de los más bonitos de mi vida. No sólo porque Harlene me acompañara en el nacimiento de mi chiquita/o (o sea, el libro). También por la presencia y el apoyo de todas y todos mis amigas/os en Tenerife y la divertidísima introducción que hicieron Mamen Muñoz y Doli García, de la Universidad de La Laguna. 

Y ese recuerdo me pilla pensando en cómo será el nuevo parto en Barcelona, el próximo día 28, acompañado también por un montón de amigas y amigos. 

Bueno, siguiendo las ideas de Harlene (que no consejos), confiaremos en el proceso…

¡Nos vemos en Barcelona!!!

Josep


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